En septiembre, la diferencia de temperatura entre el día y la noche en el norte favorece el crecimiento de las plantas. Esta estación también es la época dorada para el crecimiento y la acumulación de energía de la sansevieria. En esta temporada, cómo lograr que los nuevos brotes de sansevieria crezcan más fuertes, las hojas más gruesas y el color más vibrante se ha convertido en el foco de atención de muchos aficionados a las flores.
Para garantizar que la sansevieria sobreviva al frío invierno con seguridad, el mantenimiento otoñal también es crucial. Debemos tomar medidas para que crezca con más vigor y resista mejor el invierno.
1、 Iluminación adecuada
En otoño, el clima se vuelve más fresco y la luz solar no es tan intensa como en verano. En términos relativos, es más suave, lo cual favorece la fotosíntesis de la sansevieria y puede promover el desarrollo saludable de nuevos brotes y el brillo de las hojas. Para la sansevieria, la fotosíntesis es como un motor que le proporciona energía, convirtiendo continuamente la luz solar en los nutrientes que necesita, promoviendo la producción de clorofila y haciendo que las hojas sean más verdes y gruesas.
Por lo tanto, en otoño, es necesario colocar la sansevieria en un lugar soleado. Puedes colocarla en el alféizar de una ventana o balcón orientado al sur para aprovechar al máximo la luz natural. Recibir varias horas de sol al día puede hacer que las hojas de la sansevieria se vean más vibrantes y frondosas. Si la luz es insuficiente, las hojas de la sansevieria pueden verse opacas y el desarrollo de nuevos brotes puede verse inhibido. En invierno, no solo la luz es escasa, sino también la temperatura baja, lo que no favorece su crecimiento invernal.
Por supuesto, no subestimes la luz otoñal. Si la sansevieria se coloca en un lugar con demasiada luz durante mucho tiempo, también podría sufrir quemaduras solares, especialmente si se expone a la luz solar a través de un cristal. Se recomienda aumentar gradualmente la luz y no trasladarla de un lugar fresco a uno con exposición prolongada para el mantenimiento del suelo.
2、 Fertilización razonable
El otoño no solo es la época de la sansevieria para acumular energía, sino también un período crucial para almacenar nutrientes para el invierno. En esta etapa, una fertilización adecuada puede proporcionar la nutrición necesaria para el crecimiento de la sansevieria, permitiendo que sus nuevos brotes se desarrollen más rápido y sus hojas se vuelvan más gruesas.
Prefiero usar fertilizante compuesto ternario, muy adecuado para el otoño. Aporta elementos básicos como nitrógeno, fósforo y potasio de forma equilibrada, garantizando así el suministro completo de nutrientes necesarios para el crecimiento de la sansevieria. Además, la fertilización es relativamente sencilla. Basta con espolvorear una cucharada de 1 a 2 gramos de fertilizante compuesto ternario en cada maceta y aplicarlo cada 10 o 15 días. Esta frecuencia de fertilización promueve eficazmente el crecimiento sano de nuevos brotes.
Fertilizar las plantas en otoño no solo promueve el crecimiento, sino que también reserva nutrientes suficientes para afrontar el frío invernal. Con la llegada del invierno, estos nutrientes almacenados servirán como "colcha" para que la sansiveria resista las bajas temperaturas, asegurándose de que mantenga su vitalidad durante la estación fría.
3、 Aprovecha la oportunidad para dejar de fertilizar
A medida que avanza el otoño, la temperatura disminuye gradualmente y el ritmo de crecimiento de la sansiveria también se ralentiza. De hecho, cuando la temperatura baja de los 20 °C, alrededor de noviembre o diciembre, podemos dejar de fertilizar. El objetivo de suspender la fertilización es que la sansevieira entre gradualmente en un estado de latencia, evitando un crecimiento excesivo y la pérdida de nutrientes almacenados. Tras suspender la fertilización, la sansiveria utilizará los nutrientes acumulados en otoño para sobrevivir tranquilamente todo el invierno, como si entrara en un estado de hibernación. Este estado puede ayudarle a reducir el consumo de nutrientes en el frío invierno y a mejorar su capacidad para resistir las bajas temperaturas.
Para la sansevieria, suspender la fertilización no solo contribuye a su latencia, sino también a que brille con mayor vitalidad en la primavera siguiente. Tras descansar y recuperarse en invierno, con la llegada de la primavera, la sansevieria dará la bienvenida a la nueva temporada de crecimiento con una vitalidad aún más vigorosa. En ese momento, notará que sus nuevos brotes son más densos y sus hojas, más frescas y verdes, lo cual es la mejor recompensa por un cuidadoso mantenimiento en otoño.
Así pues, la clave para cultivar sansevieria en otoño reside en tres puntos: suficiente luz solar, una fertilización adecuada y la interrupción oportuna de la fertilización para prepararse para el invierno. Estos pasos, aparentemente sencillos, están relacionados con la capacidad de la sansevieria para sobrevivir el invierno sin problemas y mostrar su mejor estado en la primavera siguiente.
Hora de publicación: 09-oct-2024